Item Valor
accion 8,0
capa 1,0
control 2,0
control2 2,0
control3 3,0
control4 9,0
craig 1,0
cueva 8,0
cueva2 6,0
dinero 0,0
guardia 1,0
laura 1,0
mazmorra 0,0
nombre Murli
patio 0,0
pelea 0,0
profesion 3,0
redirack 1,0
sacrificio 1,0
sino 0,0
soldados 1,0
taberna 1,0
trono 9,0

El exterior de la taberna el cerdo alegre se muestra como siempre. El cartel de la taberna muestra un cerdo asado con una manzana en la boca. Quizá podría considerarse algo interesante, o incluso familiar. Pero al entrar ves que no es así.

Dentro gente de todas las clases y razas charlan, gritan, se pelean incluso. Pero siempre cuidando de no dañar nada del mobiliario, nadie quiere molestar a Jack. Este viejo ogro que hace tiempo era uno de los más famosos aventureros de todo el reino, ahora solo vive para la taberna. Pero nadie quiere probar sus habilidades, y encima es un buen amigo tuyo.

Entras en la taberna, quedándote un segundo en la puerta para que tus ojos se acostumbren a la luz de ese lugar. Varios rostros se giran a mirarte y luego cuchichean entre ellos, incluso alguno santiguándose.

Avanzas a paso lento, apoyándote en tu bastón, mientras tu mirada divertida se dirige a Jack, que te espera sonriente con una copa de hidromiel. Un tipo grande, fuerte, parece que va a decir o hacer algo, pero pronto es retenido por sus compañeros, que parecen indicar la gran cantidad de objetos que cuelgan de tu cinto, así como las bolsas. Pero esas son solo de materiales comunes, si supieran lo que ocultas en los recónditos pliegues de tu ropa...

Saludos, Murli. ¿Qué tal te fue tu última misión?

No demasiado mal, Jack. ¿Qué tal todo por aquí? ¿Algo interesante?

Pues sí, mira. ¿Ves a ese tipo de la capa sentado en una esquina? Parece estar buscando algo o a alguien.

Miras hacia la esquina y, efectivamente, ves a un tipo sentado con una capa que le tapa completamente el cuerpo, la ropa y la cabeza. Por un momento parece que te estaba mirando, pero se centra en la jarra que tiene delante.

Algunos se han acercado a ver qué quería, pero a todos los ha rechazado. Dicen que busca al mejor. Igual deberías acercarte.

Aunque por un momento te lo piensas, no te cabe ninguna duda de que, si busca al mejor, te busca a ti. Así pues, te acercas. El tipo levanta un momento la cabeza, te mira y asiente, indicando con el gesto la silla frente a él.

Te esperaba, Murli.

¿Le conozco?

Tu fama te precede. Tengo una misión para ti, algo fácil que no te llevará demasiado tiempo: rescatar a mi hija.