Haciendo un alarde de reflejos, detienes el balón con las manos y se lo devuelves a su joven propietario quien, al sentir la mirada amenazadora de sus padres sobre él, parece determinado a permanecer sentado y callado durante lo que queda de viaje.

- Disculpe a mis hijos, señor.- Dice el padre de familia mientras sujeta una de sus voluminosas maletas.- No están acostumbrados a viajar en tren, ni siquiera a salir de la ciudad. Aunque esperamos que nuestra suerte cambie pronto.- En este punto cruza la mirada con su esposa y una sonrisa cómplice aparece en sus rostros.- Hemos oído que la colonia Trias da trabajo a todo aquel con dos manos hábiles y ganas de trabajar, de manera que tanto mi mujer como yo confiamos en lograr un puesto en la fábrica.

El hombre está en lo cierto, este tipo de colonias industriales necesita y acepta todo tipo de trabajadores, a los cuales además se les concede vivienda, sanidad, educación para sus hijos y otros beneficios. Se trata de una filosofía paternalista que provoca una alta dependencia del amo de la fábrica, y que ha sido creada en parte para separar a los trabajadores de la ciudad, foco de sindicatos y corrientes anarquistas.