Item Descripción Valor

- El señor Hamilton, sí. Llegó hace un año de Inglaterra, para supervisar la instalación de las nuevas máquinas, y desde entonces dirige la fábrica cuando el amo Trias no se encuentra aquí.


El capataz Sauras insiste en llevar tu ligero equipaje hasta un coche, en el que montáis en dirección a la colonia.


- No se preocupe, es un trayecto corto.- Te dice el capataz mientras arranca.- Desde aquí puede ver la colonia.


Efectivamente, desde donde te encuentras puedes ver, a tu izquierda, varios edificios bajos y alargados, rodeados de campos de labranza, que se extienden hasta el río que transcurre cercano. Deduces que todo ese sector está dedicado a las viviendas de los trabajadores.


Enfrente, varias edificaciones individuales, de arquitectura mucho más elegante, forman lo que sin duda es el espacio de dominio al que se refería el capataz.


Más allá de las residencias puedes ver la imponente estructura de la fábrica, un gigantesco bloque de ladrillo rojo, grueso y alargado, que bordea el curso del río durante casi un kilómetro. Algunas chimeneas, altas y estrechas, humean intensamente.