Logras abrir la puerta y accedeis al interior de la zona secreta de la fábrica. Os encontráis en lo que parece ser un laboratorio altamente avanzado, un lugar fascinante y horrible a partes iguales. Grandes artefactos eléctricos, alimentados sin duda por los generadores de la fábrica, emiten fantasmagóricos rayos azulados alrededor de esferas metálicas. En el centro del laboratorio, varias mesas están repletas de material científico del más alto nivel. Por todas partes, filas de probetas y matraces burbujean llenas de líquidos de vivos colores antinaturales.

Hace muchos meses que la visiones de tus horrores pasados no te asaltan en mitad de la noche, incluso habías llegado a creer que los habías superado definitivamente. Por eso cuando los recuerdos de inocentes despedazados vuelven a tu memoria, lo hacen con tal fuerza que te obligan a parar un momento para tomar aire.

- ¿Se encuentra bien, inspector? Te dice la señorita Ferrer.