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Las pesadas puertas de La Taberna del Dragón Plateado se abren de par en par, revelando un mensajero envuelto en una capa polvorienta y marcada por el viaje. La mirada de los presentes se desvía momentáneamente hacia la entrada, y el murmullo en la taberna se suaviza mientras el mensajero avanza con paso decidido hacia el mostrador.Con gestos fatigados pero resueltos, el mensajero se acerca al tabernero y, con una reverencia respetuosa, el tabernero levanta la vista y su mirada se encuentra con la del mensajero. Un intercambio de miradas significativas deja claro que la noticia carta es de gran importancia. Y este le susurra algo al hombre de la cantina, el cual tras asentir con la cabeza, señala en dirección a una mesa apartada en donde un joven aventurero se encuentra comiendo. Aquel mensajero se acerca a la mesa y, con una clara urgencia en su voz habla.
-Una carta para usted. -Dijo mientras la entregaba en mano- Por favor, leedla. El Mago Zirtek me ha pedido que se la entregue en persona.