El hecho de estar los dos juntos en un mismo carruaje repleto de velas era algo que, ciertamente, no parecía agradar demasiado al Nigromante, el cual miraba nervioso a un lado y a otro evitando así hacer contacto visual con aquel aventurero; aunque a pesar de ello, estaba claro que lo que realmente le incomodaba era que el sitio donde este se había sentado podía haberse usado para más velas.

-Pues es una casualidad que vayamos al mismo lugar. -Comentó, tratando de romper un poco el ambiente tenso del lugar- No sabía que Zyrtek tuviera otros compañeros aventureros, desde que mató a ese dragón con un solo hechizo se "jubiló". El sí que es un gran mago, mis poderes vienen de lo que mi Patrón me otorga y... ultimamente estamos de vacas flacas... jeje... -Aquella broma no hizo demasiada gracia- Ya ves, si me alejo más de unos cuantos metros de mis criaturas estas pierden su efecto.