El aventurero, percibiendo la astucia de la tiefling y decidido a detener sus artimañas, se acercay con un movimiento rápido y preciso, desenvaina su arma y se lanza hacia la tiefling, aprovechando el momento en que ella está totalmente concentrada en su juego de distracción con el tabernero.
El sonido metálico del arma corta el aire y, en un instante, el ataque se ejecuta con eficacia. La tiefling, sorprendida por el repentino asalto, apenas tiene tiempo de reaccionar. Un gemido escapa de sus labios mientras el filo del arma se encuentra con su cuerpo, y el destello de vida en sus ojos se desvanece rápidamente.
El tabernero, desconcertado por la súbita violencia, se vuelve hacia la escena con una expresión de asombro. Los clientes que disfrutaban despreocupadamente de la noche se ven interrumpidos por el repentino giro de los acontecimientos. El aire en la taberna se vuelve denso con una mezcla de shock y tensión.
El aventurero, ahora en el centro de la atención, se enfrenta a las miradas de los presentes. La tiefling yace en el suelo, su astucia finalmente detenida por la hoja del justiciero. La taberna, que minutos antes vibraba con la alegría de la noche, se sume en un silencio incómodo, interrumpido solo por los susurros y murmullos que flotan entre los clientes desconcertados.
La vida en la taberna ha experimentado un giro inesperado, y el aventurero se encuentra en el centro de un drama que se ha desplegado en un instante. La pregunta de por qué la tiefling estaba robando y distrayendo al tabernero queda suspendida en el aire, mientras el peso de sus acciones se asienta en la atmósfera de la taberna.