El aventurero decide tomarse un respiro y disfrutar de su cerveza en relativa calma. Observa a su alrededor mientras el bullicio de la taberna vuelve a la normalidad. Las risas, las conversaciones y la música en vivo forman una sinfonía de vida y actividad.
El aventurero se sumerge en sus pensamientos mientras deja que el tiempo pase. Los minutos transcurren lentamente, y el ambiente en la taberna se torna más animado a medida que se acerca la hora de la noche. Los clientes disfrutan de sus bebidas, compartiendo historias y risas en medio de la atmósfera acogedora del lugar.
Finalmente, a las nueve de la noche, el aventurero decide continuar su camino. Se despide del tabernero con un gesto de agradecimiento. La puerta de madera se abre de nuevo, y el aventurero se adentra en la oscura noche, dejando atrás la taberna y sus misterios. Aunque no iba solo, pues tanto el Warforged como aquel tipo solitario que jugueteaba con los cuchillos se le unieron.