El aventurero, percibiendo la peligrosidad latente en la figura encapuchada, decide tomar acción de inmediato. Con un movimiento rápido y calculado, desenvaina su arma y se lanza hacia el hombre de los cuchillos, decidido a neutralizar cualquier amenaza que pueda representar.
El ataque es rápido y certero. El sonido metálico de acero chocando contra acero resuena en la esquina oscura de la taberna. El hombre de los cuchillos, aunque hábil, es superado por la destreza y la resolución del aventurero. En un instante, el enfrentamiento llega a su fin, con el hombre encapuchado derrotado en el suelo.
La taberna, que había estado envuelta en una atmósfera de misterio y tensión, queda sumida en un silencio momentáneo. Los clientes y el personal observan la escena con asombro, sin comprender completamente lo que acaba de suceder. El aventurero, con su arma en mano, mantiene la guardia mientras evalúa la situación.
El hombre de los cuchillos yace rendido en el suelo, derrotado por la intervención del aventurero. La capucha caída revela más detalles de su rostro marcado por el tiempo y las batallas. La música en la taberna parece recuperar su tono normal, pero la energía del lugar ha cambiado debido al enfrentamiento repentino.