Item Descripción Valor
En el salón principal de la antigua mansión del mago, una mesa elegantemente dispuesta aguarda la llegada de los comensales. La luz tenue de las velas danza sobre la plata de los cubiertos y las cristalinas copas de vino, creando destellos cálidos que iluminan la estancia.

El mago, ahora más relajado después de la interacción con el aventurero, invita a sus misteriosos invitados a la mesa. Platos exquisitamente preparados, con aromas que evocan sabores mágicos, son servidos en delicadas vajillas. La variedad de la cena abarca desde guisos reconfortantes hasta platillos más exóticos, cada uno presentado con esmero y cuidado.

El murmullo de conversaciones amenas llena el aire mientras los invitados comparten risas y anécdotas. El mago, anfitrión apacible, comparte historias de sus viajes y descubrimientos mágicos entre bocado y bocado. La mesa se convierte en un escenario de camaradería, donde los límites entre la magia y la cotidianidad se desdibujan.

La cena transcurre en un ambiente de calidez y satisfacción, el bullicio de la conversación y el tintineo de cubiertos crean una sinfonía de momentos compartidos. En este rincón de la mansión, la magia se revela no solo en los platos exquisitos sino también en la conexión entre los invitados y el anfitrión, creando recuerdos que se entrelazan con la magia de la noche.

Echando un vistazo a los comensales, el Nigromante que se sentó en el sitio catalogado como "Rigor Mortis" parecía más embelesado por la presencia de tantas velas de distintos tamaños y colores que en la propia comida en sí; su aportación a toda la conversación se reservaba a simples charlas sobre el tamaño, los colores, el brillo y la forma de las velas que veía.

Por lo demás, no parecía interesado en nada más.