Item Descripción Valor

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[Tu Carisma ha aumentado]

[Tu Ingenio ha aumentado]

[Tu Audacia ha aumentado]

El recibidor de la mansión resulta tan lujoso como cabría esperar. Está compuesto por relucientes suelos de mármol, sólido mobiliario de madera noble y elementos decorativos forjados en metal precioso.


Otro sirviente -un caribeño mestizo también, de constitución muy similar al primero-  se os acerca diligente para recoger vuestras pertenencias. El guardarropa exhibe un espléndido muestrario de abrigos, sombreros y estolas de piel. Junto a éste, un espejo de cuerpo entero te devuelve una imagen a la que no estás habituado, pues rara vez vistes prendas tan elegantes. El traje le sienta bien a tu figura alta y delgada. Demasiado delgada podría decirse, uno de los síntomas, junto a los marcados círculos oscuros que rodean tus ojos, que delatan lo mucho que te cuesta conciliar el sueño por las noches.


En el centro de la habitación, y como última formalidad previa a la sala principal, se encuentra una ornamentada mesilla sobre la que reposa un grueso tomo abierto. Le acompañan una pluma estilográfica y un exuberante florero que da colorido a la estancia.


Una simple ojeada te confirma que se trata del libro de visitas, con una lista de invitados repleta de personalidades pertenecientes a la burguesía. Tras dejar vuestra firma en el libro decides realizar una última acción antes de proceder al gran salón.


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- De nuestro anfitrión sé lo mismo que casi todo el mundo. El señor Alejo Rovira hizo su inmensa fortuna en Cuba, por lo que buena parte de sus posesiones se esfumaron en el desastre del 98. A pesar de ello todavía está considerado uno de los mayores magnates industriales del país. Y una cosa sí es cierta, es extremadamente celoso de su intimidad, por eso la fiesta de esta noche ha causado tanta expectación.


Los dos permanecéis en silencio durante unos minutos, momento en el que vuelves a darte cuenta de que no tienes la menor idea de cómo actuar entre personalidades de la alta sociedad, y lo que es peor, tampoco tienes deseo alguno de hacerlo.


- Supongo que estará al tanto de los recientes reportes recibidos de esta zona.- El comisario Torres reanuda la conversación con naturalidad, como si se le hubiese olvidado comentar algo.- Al parecer una banda de asaltantes de caminos opera en estas carreteras, aprovechando que muchas familias acomodadas han escogido instalarse aquí, apartados de la ciudad. Sospechamos que se trata de un grupo más o menos organizado, que se oculta en los bosques. No me extrañaría que uno de los motivos por los que nos han invitado sea precisamente llamar nuestra atención sobre el problema.


Por supuesto, conocías dichos incidentes, y ya cuentas con tener que apaciguar a algún acaudalado hombre de negocios cuyo vehículo haya sido desvalijado.


- De todas maneras confío en que finalmente esto se trate de una visita de cortesía y no de tipo profesional.- El comisario te lanza una mirada suspicaz.- Aunque le conozco, inspector, y estoy convencido de que lleva consigo equipo de trabajo.