Item Descripción Valor

La curiosidad; esa gran aliada de los científicos. Te ha llevado hasta donde estás ahora mismo, te ha ayudado a tener tu propio laboratorio y es la que te hace pensar que la mejor idea es tocar aquel vórtice.

Levantas tu mano, y nada mas entrar en contacto con la sustancia verdosa sientes un fuerte tirón que te absorbe hacia el interior.

Abres los ojos y ves que te encuentras rodeado de oscuridad. Mueves los pies pero no encuentras nada sobre los que apoyarlos. Los brazos tampoco alcanzan a tocar nada. Es como si estuvieras flotando.

Una profunda, grave y ronca respiración que parece provenir de todas las direcciones hace que se te erice el cabello de todo el cuerpo y es entonces cuando lo ves.

Cientos de tentáculos surgen de lo que podría ser un enorme rostro deformado situado a un par de metros de ti... Uno de ellos se acerca a ti, y con lentitud comienza a atravesarte el estómago hasta que sale por la espalda. No has sentido dolor, ha sido como si tu cuerpo fuera mantequilla. Tus ojos están fijos en aquel rostro y pronto pierdes toda consciencia de ti mismo, sumergiéndote en la oscuridad del lugar que te rodea.

Avisas a los de seguridad que vas a abrir la puerta, y que quieres que los reduzcan y los tengan bajo control. Aunque dubitativos por la orden, no se atreven a replicarte y asienten llevando sus manos a las porras de sendos cinturones.

Cuando están preparados abres la puerta, y entran a toda velocidad. Los técnicos no se mueven, lo que desconcierta a los de seguridad que se detienen a un par de metros de ellos.

Dos rayos salen del vórtice de nuevo, e impactan en los guardias de seguridad. Caen al suelo y ahora si que podéis escuchar los gritos de dolor, son si cabe más intensos y horripilantes de lo que vuestra mente había reproducido...

Definitivamente aquella situación está fuera de todo control y normalidad y tan solo ves dos opciones. Cerraras la puerta dejando a la gente de seguridad a su suerte, y asegurando al resto o... asumirás que aquello excede de vuestras competencias y que hay que salir de allí y sellarlos hasta que llegue quien pueda ocuparse de todo.