Item Descripción Valor

Avisas a los de seguridad que vas a abrir la puerta, y que quieres que los reduzcan y los tengan bajo control. Aunque dubitativos por la orden, no se atreven a replicarte y asienten llevando sus manos a las porras de sendos cinturones.

Cuando están preparados abres la puerta, y entran a toda velocidad. Los técnicos no se mueven, lo que desconcierta a los de seguridad que se detienen a un par de metros de ellos.

Dos rayos salen del vórtice de nuevo, e impactan en los guardias de seguridad. Caen al suelo y ahora si que podéis escuchar los gritos de dolor, son si cabe más intensos y horripilantes de lo que vuestra mente había reproducido...

Definitivamente aquella situación está fuera de todo control y normalidad y tan solo ves dos opciones. Cerraras la puerta dejando a la gente de seguridad a su suerte, y asegurando al resto o... asumirás que aquello excede de vuestras competencias y que hay que salir de allí y sellarlos hasta que llegue quien pueda ocuparse de todo.

No sabes muy bien porque, pero decides que hay que terminar el trabajo que había comenzado el técnico. Sabes perfectamente que tocar, aunque no eres capaz de entender porqué. 

Para cuando te das cuenta, te percatas que no eres tu el que está haciendo todo. De nuevo algo ha tomado el control de tu cuerpo.

El golpe de tu dedo sobre la última tecla del teclado es tan devastador como el saber que lo que acabas de hacer podría ser un error terrible.

Del borde exterior del vórtice comienzan a salir una especie de tentáculos que van enrollándose sobre si mismos y poco a poco llenando la sala. En un momento dado sientes un fuerte dolor en tu estómago, y un vistazo al mismo revela que uno de esos tentáculos te ha atravesado.

Levantas la vista siguiendo el largo apéndice hasta el portal, tu vista se vuelve igual de negra que el centro del vórtice y poco a poco pierdes el sentido hasta caer inconsciente.