Item Descripción Valor

Te detienes ante la petición de tu amigo. Os miráis unos instantes y te levantas a toda velocidad para apartarte a un lado. 

Paco se levanta con dificultad ayudado por uno de los técnicos cuando un fuerte sonido os sobresalta. Desde el interior de la sala del bolómetro, el técnico intenta romper definitivamente el cristal.

Cruzas una mirada con tu amiga y asentís a la vez. Paco activa el sistema de descontaminación rápidamente.

Esperáis unos instantes a que la totalidad de la sala haya quedado descontaminada. No hay duda de que los técnicos están muertos, pero el vórtice sigue ahí, con oscuridad en la parte central y aquel color verde por los extremos amenazante.

Esta claro que entrar en la sala es peligroso, pero dejar el portal abierto podría serlo todavía más.

La curiosidad; esa gran aliada de los científicos. Te ha llevado hasta donde estás ahora mismo, te ha ayudado a tener tu propio laboratorio y es la que te hace pensar que la mejor idea es tocar aquel vórtice.

Levantas tu mano, y nada mas entrar en contacto con la sustancia verdosa sientes un fuerte tirón que te absorbe hacia el interior.

Abres los ojos y ves que te encuentras rodeado de oscuridad. Mueves los pies pero no encuentras nada sobre los que apoyarlos. Los brazos tampoco alcanzan a tocar nada. Es como si estuvieras flotando.

Una profunda, grave y ronca respiración que parece provenir de todas las direcciones hace que se te erice el cabello de todo el cuerpo y es entonces cuando lo ves.

Cientos de tentáculos surgen de lo que podría ser un enorme rostro deformado situado a un par de metros de ti... Uno de ellos se acerca a ti, y con lentitud comienza a atravesarte el estómago hasta que sale por la espalda. No has sentido dolor, ha sido como si tu cuerpo fuera mantequilla. Tus ojos están fijos en aquel rostro y pronto pierdes toda consciencia de ti mismo, sumergiéndote en la oscuridad del lugar que te rodea.