Item Descripción Valor

Esperas a que se hayan marchado. Escuchas con atención hasta que el silencio absoluto inunda de nuevo la sala de control. Te das la vuelta y miras a la sala del bólometro. Es tu oportunidad, ahora podrás destruirlo.

Entras, y no tardas en sentir como de nuevo pierdes el control. Tienes en tu mano una llave de tubo. Solo necesitarías un golpe para destruir el bolómetro centelleador, pero de nuevo tu mente se nubla y una nueva idea aparece en tu mente.

Aquello es una oportunidad única. Levantas la otra mano y la diriges al portal. ¿Que ocurrirá si lo tocas?

La curiosidad; esa gran aliada de los científicos. Te ha llevado hasta donde estás ahora mismo, te ha ayudado a tener tu propio laboratorio y es la que te hace pensar que la mejor idea es tocar aquel vórtice.

Levantas tu mano, y nada mas entrar en contacto con la sustancia verdosa sientes un fuerte tirón que te absorbe hacia el interior.

Abres los ojos y ves que te encuentras rodeado de oscuridad. Mueves los pies pero no encuentras nada sobre los que apoyarlos. Los brazos tampoco alcanzan a tocar nada. Es como si estuvieras flotando.

Una profunda, grave y ronca respiración que parece provenir de todas las direcciones hace que se te erice el cabello de todo el cuerpo y es entonces cuando lo ves.

Cientos de tentáculos surgen de lo que podría ser un enorme rostro deformado situado a un par de metros de ti... Uno de ellos se acerca a ti, y con lentitud comienza a atravesarte el estómago hasta que sale por la espalda. No has sentido dolor, ha sido como si tu cuerpo fuera mantequilla. Tus ojos están fijos en aquel rostro y pronto pierdes toda consciencia de ti mismo, sumergiéndote en la oscuridad del lugar que te rodea.