Item Descripción Valor

Apagas el bolómetro desactivando todo, y cuando debería desactivarse, este parece hacer caso omiso. Miras nervioso, y solo se te ocurre activar el sistema de emergencia que dejará sin energía las dos salas.

Las luces se apagan, los monitores del interior de la pequeña sala del bolómetro dejan de mostrar información y ahora es tan solo la verduzca luz del vórtice lo que ilumina todo.

Aquello es raro, muy raro. Sin energía no debería ser capaz de funcionar. Parece que tendrás que entrar y destruirlo tu mismo. O puede que sea el momento de llamar a Paco para que te ayude.

El dolor en tu cabeza es muy fuerte, pero logras contener el impulso de abrir la puerta lo justo para con un golpe pulsar el botón de descontaminación. Poco a poco vas recuperándote y el dolor va disminuyendo al mismo ritmo que el nivel de oxígeno de la sala.

Los técnicos del interior caen al suelo inconscientes. Esperas unos minutos con el oxígeno de la sala al mínimo, ante de volver a hacer habitable la sala. 

Ahora que no hay nadie que se interponga es la hora de destruir el bolómetro, hay que hacerlo. 

Agarras una llave de tubo y te preparas para destruirlo, y un rayo impacta directamente en tu pecho, otro en tu brazo y un tercero en la mano. El dolor es tan fuerte que te ves forzado a caer de rodillas y poco a poco vuelves a sentir como pierdes el control.  Algo de nuevo está controlando tus acciones y parece que ahora lo que te va a obligar hacer es tocar el vórtice