Item Descripción Valor

El dolor en la sien es intenso, de nuevo los rayos están saliendo. Ya no es un dolor suave, ahora es fuerte, muy fuerte. Piensas en lo que tienen que estar pasando en el interior de la sala. 

Eventualmente los rayos se detienen tal y como deberían hacer, sin embargo, algo no esta bien. Los dos técnicos se acercan al cristal y comienzan a golpearlo con fuerza. Sus nudillos comienzan a sangrar, pero eso no parece que los detenga.

Paco ordena a seguridad que entren y los reduzcan. Tu, por tu parte, notas que algo esta realmente mal; has sentido la imperiosa necesidad de hacer lo mismo, o peor. Por algún motivo primero sentías que había que romper el cristal, y segundos después torno a una especie de ira dirigida hacia tu amigo. Por suerte te has podido controlar y los demás tan solo han visto como sufrías de dolor.

Cuando los de seguridad terminan su trabajo, tu amigo te dice que hay que ir a informar. No hay que seguir con el experimento en las condiciones actuales.

Harás caso a Paco, o quizá puedas aprovechar para quedarte solo en la sala y aprovechar para probar tu teoría...

Sea lo que sea que está haciendo no puede estar bien. Tanto dolor esta nublando tu mente, pero todavía no lo suficiente para saber que ese no es el camino.

Le indicas no sin cierto esfuerzo que se detenga y te tomas unos momentos para recuperarte cuando revierte los cambios. Poco a poco el dolor va cesando de nuevo, tanto en tu cabeza como en la de los técnicos de la sala del bolómetro que también parecen recuperarse.

Paco se acerca a tí. Te dice que no sabe que puede estar mal, que todo lo que ha cambiado debería detener todo, pero por algún motivo vuelven a aparecer los rayos.

Ahora mismo solamente ves dos posibilidades. Tomar tu el control del experimento tal y como habías pensado al principio o decirle a Paco que vuelva a intentarlo.