Item Descripción Valor

Apagas el bolómetro desactivando todo, y cuando debería desactivarse, este parece hacer caso omiso. Miras nervioso, y solo se te ocurre activar el sistema de emergencia que dejará sin energía las dos salas.

Las luces se apagan, los monitores del interior de la pequeña sala del bolómetro dejan de mostrar información y ahora es tan solo la verduzca luz del vórtice lo que ilumina todo.

Aquello es raro, muy raro. Sin energía no debería ser capaz de funcionar. Parece que tendrás que entrar y destruirlo tu mismo. O puede que sea el momento de llamar a Paco para que te ayude.

La curiosidad; esa gran aliada de los científicos. Te ha llevado hasta donde estás ahora mismo, te ha ayudado a tener tu propio laboratorio y es la que te hace pensar que la mejor idea es tocar aquel vórtice.

Levantas tu mano, y nada mas entrar en contacto con la sustancia verdosa sientes un fuerte tirón que te absorbe hacia el interior.

Abres los ojos y ves que te encuentras rodeado de oscuridad. Mueves los pies pero no encuentras nada sobre los que apoyarlos. Los brazos tampoco alcanzan a tocar nada. Es como si estuvieras flotando.

Una profunda, grave y ronca respiración que parece provenir de todas las direcciones hace que se te erice el cabello de todo el cuerpo y es entonces cuando lo ves.

Cientos de tentáculos surgen de lo que podría ser un enorme rostro deformado situado a un par de metros de ti... Uno de ellos se acerca a ti, y con lentitud comienza a atravesarte el estómago hasta que sale por la espalda. No has sentido dolor, ha sido como si tu cuerpo fuera mantequilla. Tus ojos están fijos en aquel rostro y pronto pierdes toda consciencia de ti mismo, sumergiéndote en la oscuridad del lugar que te rodea.