Dejas atrás al técnico mientras toquitea el ordenador y logras golpear al atacante de tu amigo justo en el último momento. Cae al suelo con un sonido seco y tras recuperar el aliento miras a Paco. Su mirada está fija en el portal, te mira y con sus ojos te indica que tienes que darte la vuelta.

Del borde exterior del vórtice comienzan a salir una especie de tentáculos que van enrollándose sobre si mismos y poco a poco llenando la sala. El técnico del ordenador no deja de cambiar valores y actualizar parámetros. De lo que era en un principio el experimento, está claro que poco queda. 

Te fijas en que el resto de técnicos hace rato que han escapado del lugar y puedes notar como Paco te agarra de la bata y tira de ti mientras te susurra.

- Vamos, tenemos que irnos de aquí... ahora mismo - 

Avisas a los de seguridad que vas a abrir la puerta, y que quieres que los reduzcan y los tengan bajo control. Aunque dubitativos por la orden, no se atreven a replicarte y asienten llevando sus manos a las porras de sendos cinturones.

Cuando están preparados abres la puerta, y entran a toda velocidad. Los técnicos no se mueven, lo que desconcierta a los de seguridad que se detienen a un par de metros de ellos.

Dos rayos salen del vórtice de nuevo, e impactan en los guardias de seguridad. Caen al suelo, gritan de dolor y finalmente se levantan. Ahora, ademas de los técnicos también están los guardias que se unen a la avalancha de golpes contra el cristal.

Paco te mira y asiente. Insiste en que hay que activar el sistema de descontaminación, aunque sea los lleve a su muerte.