Item Descripción Valor

No sabes muy bien porque, pero decides que hay que terminar el trabajo que había comenzado el técnico. Sabes perfectamente que tocar, aunque no eres capaz de entender porqué. 

Para cuando te das cuenta, te percatas que no eres tu el que está haciendo todo. De nuevo algo ha tomado el control de tu cuerpo.

El golpe de tu dedo sobre la última tecla del teclado es tan devastador como el saber que lo que acabas de hacer podría ser un error terrible.

Del borde exterior del vórtice comienzan a salir una especie de tentáculos que van enrollándose sobre si mismos y poco a poco llenando la sala. En un momento dado sientes un fuerte dolor en tu estómago, y un vistazo al mismo revela que uno de esos tentáculos te ha atravesado.

Levantas la vista siguiendo el largo apéndice hasta el portal, tu vista se vuelve igual de negra que el centro del vórtice y poco a poco pierdes el sentido hasta caer inconsciente.

Paco parece estar demasiado afectado así que decides entrar tu. Nada más hacerlo varios rayos salen del portal y te atraviesan. Sientes un fuerte dolor y caes al suelo.

Notas como alguien te abraza y tira de ti. Abres los ojos y te encuentras con Paco que grita de dolor. Agarras una llave de tubo y no sin esfuerzo os acercáis al bolómetro. La cantidad de rayos que salen cuando le impactas es inmensa, el dolor indescriptible hasta el punto de que pierdes la consciencia.

- ... bien? ¿Estas bien? - 

Abres los ojos, Paco está a tu lado. Sonríe al ver que has despertado. Te informa que lleváis unos cinco minutos inconscientes y que él se acaba de despertar. En una esquina de la sala puedes ver el bolómetro, está totalmente quemado. No hay rastro del vórtice, tampoco de los rayos verdes o del dolor.

Hablando pensáis en que contarlo sería peor para vosotros, pero no podéis ocultar algo así. Finalmente os buscáis la vida para salir del país y viajar a un lugar cálido, alejado de cualquier laboratorio.Alguno de los técnicos habrán contado lo ocurrido y  es probable que el gobierno os esté buscando. 

El paso de los años os trata bien, vivís alejados de vuestra familia y conocidos, pero también felices de haber sobrevivido y sobretodo, de poder contarlo juntos...