Item | Descripción | Valor |
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Ya habéis visto bastante, llamas, y antes de que te descuelguen tiras el teléfono al suelo. Montáis en el coche y salís pitando. No miráis por el retrovisor... no tenéis el valor necesario para hacerlo.
Poco a poco el paisaje va volviendo a ser verde, boscoso, pirenaico y hermoso...
Decidís dejar atrás todo, aquello no iba a terminar allí, y lo sabéis tanto Paco como tú. Lo que habéis liberado en las instalaciones no se detendrá. Al menos no ahora.
Los siguientes años los pasáis alejados de todo y de todos. Habéis encontrado una pequeña casa a kilómetros de distancia y encontrado la manera de subsistir por vuestros propios medios. No es que sea la panacea, pero os permite descansar y pasar vuestros últimos días juntos.
Para cuando el caos, la negrura y la podredumbre os alcanza ya estáis más que preparados, y la acogéis como dos ancianos que han disfrutado los últimos años de sus vidas sabedores de que su fatídico destino les daría caza tarde o temprano. La culpa hace tiempo que desapareció. Paco y tu os abrazáis mientras os miráis y cerráis los ojos.
Aquello se escapa de tu comprensión, de tus cálculos y de todo lo que alcanzas a comprender.
Decides que es demasiado arriesgado entrar dentro, así que decides salir tu también.
Cuando sales puedes ver el cielo azul, despejado. Sin duda una preciosa mañana que recuerda a un buen día de primavera.
Notas un temblor en el suelo, y del mismo comienzan a surgir pequeños tentáculos, diferentes animales surgen de las grietas del suelo y la tierra y la vegetación que os rodea se torna de un negruzco enfermizo.
El escenario cada vez es peor. Buscas tu coche, pero este ha sido engullido junto a unos pocos más por la propia tierra de la montaña. Del suelo comienzan a surgir una especie de babosas enormes que no parecen tener ojos, ni boca, ni una parte delantera o trasera; y se adhieren a árboles y animales.
Solo puedes correr evitando las extrañas criaturas que o bien han sido deformadas, o directamente no pertenecen a la Tierra.
Finalmente te detienes en seco, miras a tu alrededor y asumes que este, es tu final.