Item Descripción Valor

Haces lo que debes, dices la verdad ante la incrédula mirada de los que te rodean y eres trasladado a unas instalaciones en mitad de alguna montaña que no eres capaz de identificar.

Encerrado en una celda en la que eres sometido a diferentes pruebas, vas notando poco a poco como vas perdiendo el control, hasta que pasados un par de meses tan solo eres un mero espectador de las acciones de tu cuerpo.

Eres examinado, interrogado y desde tu posición de observador tan solo puedes esperar que llegue el más que evidente final. El momento en el que no puedan obtener más información de ti, o mejor dicho, de la entidad que te ha poseído.

Ese instante llega pocas semanas después. La muerte al menos es dulce, indolora. Una inyección que te sume en un sueño que trae de vuelta tus mejores recuerdos con tu amigo Paco.

Cuentas tu propia versión de los hechos y parece que se la creen. No tardan en dejarte de lado, y pedirte que no salgas del país y que estés localizable por si acaso.

Con el paso del tiempo vas notando poco a poco como vas perdiendo el control, hasta que pasados varios meses tan solo eres un mero espectador de las acciones de tu cuerpo.

Alguna vez tratas de recuperar el control, pero tan solo te provoca un intenso dolor para al final no conseguir nada. Dominado por lo que quiera que sea que está en tu cabeza logras llegar a los Estados Unidos y allí, financiado por una extraña agrupación de empresarios llamada la Hermandad del Signo Amarillo, logras replicar el experimento.

Finalmente, y llegado el momento. Haces lo necesario para activar el vórtice hasta su estado final. De su interior, y agarrándose a los bordes del portal, comienzan a aparecer tentáculos que poco a poco se esparcen por la sala del bolómetro hasta que revientan el cristal de la sala de control.

En ese momento sientes como algo maligno invade tu mente quedando rodeado por una intensa negrura, y finalmente tu consciencia desaparece en la inmensidad de la nada.