Item Descripción Valor





Aquellos no eran militares, no eran ninguna patrulla, ni parte de las Fuerzas de Seguridad de aquel lugar, eran simples criminales, incluso para el estándar de aquella maldita especie, pobremente armados, nada entrenados. Claro que incluso así, si les dabas la espalda lograrían acabar contigo fácilmente… por lo que tu única opción era quedarte y luchar hasta derrotarlos. Además, podías con ellos, lo sabías… o al menos, eso querías creer. Y por otra parte, después de haber pasado 11 ciclos ocultándote en las sombras y temiendo a cada instante que te descubriesen, aquella era tu oportunidad de resarcirte por todo lo que habías sufrido.

Por desgracia, aunque tomados por sorpresa a causa de tu resistencia y de que tus golpes no encajaban exactamente con lo que el camuflaje les mostraba, aquellas criaturas demostraron que también sabían pelear, y dado que el combate cuerpo a cuerpo tampoco era precisamente tu especialidad, uno de aquellos seres logró alejarse lo suficiente como para poder desenfundar un arma, antigua, de munición balística, cuyos disparos resonaron por el lugar a pesar de no darte. Claro que a pesar de no alcanzarte, lograron algo incluso peor, puesto que, atrajeron la atención de una patrulla cercana, que no tardó en aparecer en el lugar… justo en el momento en el que tu camuflaje, que había sido dañado por la pelea, dejaba de funcionar.

No hubo aviso, ni tampoco advertencia antes de que el dron que acompañaba a la patrulla abriese fuego sobre ti, sin importar que a tu alrededor estuviesen los criminales, los cuales cayeron como tu víctima de los disparos.

No hay tiempo de pensar, solo de correr. Correr para salir de en medio de aquella masa de criaturas que no tardarían en darse cuenta de que no eras como ellas. Correr para llegar a tu nave y salir de aquel inmundo planeta antes de que te matasen o algo peor.

Conforme apartabas de tu camino a aquellos seres, empezaste a escuchar gritos que identificaste como sorpresa, enfado, indignación… pero no te importaba, tenías que correr aún más rápido. Y entonces, esos gritos empezaron a transformarse en gritos de miedo y horror, pues tu camuflaje había terminado de fallar… lo cual solo hizo que acelerases el paso aún más. Al menos ahora se apartaban de tu camino, permitiéndote ir más rápido. Ya habías recorrido casi tres cuartas partes de la distancia que te separaba de tu nave cuando tu brazo se sumió en una explosión de dolor. Las fuerzas de seguridad habían empezado a llegar y a disparar, y uno de los disparos te había alcanzado… pero eso no te detuvo. Tenías que seguir adelante, no podías frenar…

Otro impacto te alcanzó en el torso… dos más en la espalda… ya apenas podías avanzar un paso más cuando más disparos te alcanzaron, terminando de una vez con tu vida. Al menos, tu muerte había sido rápida…