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Antes que nada, lo primero es darte las gracias por haber llegado hasta aquí, que al fin y al cabo, el motivo principal por el que he escrito en Autorol es para compartir esta y, espero, otras historias que escribiré en un futuro. Y lo segundo, como no, es esperar que, independientemente de las decisiones que hayas tomado y del camino que hayas recorrido durante la historia, hayas disfrutado de todo el trayecto… y que la sorpresa final te haya cogido, valga la redundancia, por sorpresa.
El motivo de ese giro final, motivo que espero no suene demasiado presuntuoso, ha sido porque quería hacer una historia, dentro de lo que cabe, típica, pero dándole la vuelta de tal forma de que, tras haberte identificado con el/la protagonista, al llegar al final descubras que nada era lo que creías, ni siquiera tú mismo/a, y que en realidad ha sido todo lo contrario… y con ello intentar hacerte ver que toda historia, sin importar cual sea, depende del punto de vista del que la cuenta. Espero, aunque sea mínimamente, haberlo conseguido.
Dicho esto, poco me queda más que volver a agradecerte tu interés por mi pequeña historia, esperar que la hayas disfrutado e invitarte a volver a jugar la historia para que puedas explorar otros caminos o simplemente para leerla con lo que ahora sabes. Además, siéntete libre de dejar en los comentarios tus opiniones sobre la historia, tus críticas, tus sugerencias, o lo que se te ocurra… cualquier comentario es bienvenido y agradeceré todos y cada uno de ellos, pero eso sí, ten cuidado de no poner spoilers, para que así los que aún no la hayan leído puedan sorprenderse al igual que tú.
De nuevo, muchas gracias.
Aunque intentases correr, dudabas que pudieses librarte de la patrulla, puesto que al fin y al cabo, ellos debían de conocer el lugar mucho mejor que tú… lo cual solo te dejaba con una opción, intentar engañarles. Después de todo, aunque sospechasen ligeramente de ti, tu camuflaje seguía activo y no tenían ningún motivo para dudar que no fueses uno de ellos, por lo que te detuviste y esperaste a que se te acercasen, confiando en que tu dominio del idioma fuese lo bastante bueno.
Las preguntas que te hicieron fueron las que esperabas, por lo que lograste contestar sin problemas y dado que el camuflaje no permitía que se viesen reflejados tus nervios por la situación y el temor a que te descubriesen, conseguiste sin muchos problemas hacer ver al guardia que te interrogaba que no tenías nada que ocultar… pero por desgracia, antes de que te permitiesen irte, el otro guardia sacó de repente su arma y, sin mediar palabra, te disparó.
Lo inesperado del ataque hizo que te fuese imposible evitarlo, recibiendo el disparo de pleno, el cual te aturdió e hizo caer al suelo. Te habían disparado con un arma aturdidora… pero ¿por qué? ¿Cómo habían descubierto que no eras uno de ellos? Era imposible… o al menos eso pensabas hasta que tus ojos se fijaron en la pantalla que el guardia que te disparó había estado observando todo el rato, pantalla que mostraba tu imagen desde arriba, incluyendo la que se ocultaba tras el camuflaje.
El dron… hizo un escaneo profundo mientras hablaba…
Tus últimos pensamientos antes de que un golpe te arrebatase la consciencia fueron para maldecirte por no haberlo previsto.