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Informativo especial.
Interrumpimos la emisión para informar de un terrible suceso que acaba de ocurrir en una de las ciudades de la Vieja Tierra. Según nos informan, hace apenas unos minutos ha tenido lugar un execrable ataque suicida en una transitada calle, donde un alienígena aun por identificar ha empezado a disparar indiscriminadamente contra transeúntes inocentes, causando numeras víctimas, al menos 17 por lo que sabemos, entre las cuales se contarían ya varios muertos.
El alienígena, que en ese momento se encontraba disfrazado mediante un dispositivo de camuflaje ilegal, el cual le daba la apariencia de una persona normal, ya ha sido abatido por una patrulla cercana, que por desgracia no pudo llegar a tiempo para evitar la terrible tragedia. El gobierno local, en previsión de otro posible atentado, ya ha decretado un aumento en el nivel de seguridad y alerta, así como la ley marcial, medidas que también han adoptado numerosas ciudades, tanto de la Vieja Tierra como de las colonias.
Aunque la identidad y especie del alienígena aún no se han sido confirmadas, tanto los Líderes del Imperio Humano como el Alto Mando de la Fuerza Estelar han anunciado que se llevará a cabo una investigación a fondo, así como el aumento de la inversión militar en vistas a una campaña de pacificación en respuesta al ataque…
El salto de regreso al espacio civilizado duró varias horas, prácticamente todo un ciclo, y tuvo más complicaciones de las que esperabas, aunque no por el viaje en sí, sino más bien por la herida que habías recibido. En primer lugar porque los suministros médicos de tu nave se habían perdido cuando te estrellaste en aquel inmundo planeta, y segundo porque por desgracia, la herida, que en principio no tenía que haber sido especialmente grave, se había infectado con rapidez, seguramente a causa de toda la maldita contaminación que impregnaba toda la atmosfera de aquel horrendo mundo.
Cuando finalmente te encontraron, la infección se había extendido y tú delirabas con las imágenes que la Vieja Tierra había dejado en tu mente. Por suerte para ti, al ver tu estado, la patrulla que te encontró te llevó rápidamente a un centro médico donde pudieron tratarte, salvando a si tu vida, aunque por desgracia, fueron incapaces de librarte de las secuelas que la humanidad había dejado en ti. Secuelas tanto físicas a causa de la herida, como psicológicas a causa de la experiencia.
Nunca volverías a ser como antes de tu encuentro con los humanos… y en no pocas ocasiones, especialmente en la oscuridad de la noche, ni siquiera el hecho de haber podido escapar con vida del corazón del Imperio Humano bastaba para compensarte.