Item | Descripción | Valor |
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Eres el responsable de la seguridad de la nave y, de hecho, eres el tripulante más preparado para ello. Por tal motivo, eres el único que dispone de una pistola para asegurar el orden y bienestar de todos.
Tu cuerpo atlético es fruto del duro entrenamiento al que has sido sometido. Durante años has trabajado como guardaespaldas, vigilante e incluso militar; realizando pequeñas misiones de salvamento. Por ello te sorprendió cuando la NASA te ofreció un puesto en la nave. Hubieras rechazado el contrato de un año de duración tal como deseaba tu pareja, Anne, si no fuera porque justo en ese momento estabas en paro, y con muchas deudas pendientes. Así que empezaste a mirar la oferta con otros ojos. Ciertamente la paga no estaba mal, de tal manera que podrías hacer limpio y planificar un futuro más prometedor junto con tu chica. Únicamente había que esperar doce meses. Además, el trabajo parecía sencillo: seis meses de ida hacia la base subterránea de Marte, dejar el cargamento y, luego, otros seis meses de regreso a la Tierra. No obstante, a Anne no le gustaba el espacio. Le daba miedo. Incluso tus argumentos de «es simplemente una nave llena de científicos con provisiones», «solo me contratan porque les obliga la normativa» o «verás como mi presencia pasa desapercibida» parecía que no la tranquilizaban en absoluto.
De forma repentina, dos estridentes pitidos suenan desde los altavoces, sacándote por completo de tus cavilaciones. Luego, escuchas el siguiente mensaje: «Encargado de seguridad, preséntese en el puente». Te preguntas que querrá el capitán esta vez. Te has percatado que tu presencia no les agrada, a casi ninguno de los científicos. Te ven como un gasto de oxígeno y recursos inútil. Cada uno de ellos es experto en una materia que, sin ningún tipo de duda, servirá para las investigaciones en la base marciana. Sin embargo ¿tú qué puedes aportar? En la nave no ha habido ningún tipo de alboroto. En efecto, el viaje ha sido bastante tranquilo. Sumado a que la mayoría de los tripulantes no quieren dialogar contigo, ha propiciado que permanezcas mucho tiempo recluido en tu placentera habitación. Esto parece que no le agrada demasiado al capitán de la nave, Conor. Por ello, constantemente te manda cosas absurdas para que, según él, hagas algo y así justifiques tu salario. Por ejemplo, te exige hacer rondas durante horas por la solitaria sala de máquinas, meterte por estrechas y sucias tuberías para recuperar algo que no necesitan o un sinfín de "trabajillos" que parece que su único propósito sea sacarte de quicio.
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HOJA DE PERSONAJE
Nombre : Neante
Profesión : Mercenario
Modificador: +0
Arma : Pistola (balas x6)