Item | Descripción | Valor |
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5
Ni te lo piensas:
—La duda ofende ¡trae esa copa!
El camarero sonríe. Te das cuenta de que tiene fundas de oro en varios de sus dientes. O doradas. ¿Parte del disfraz? Quien sabe. En cuanto pone delante tuya una enorme copa repleta de un líquido rojo intenso pasas de prestarle atención.
El primer sorbo te traslada al paraíso. ¡Esto está buenísimo! Lo bebes con ansiedad y cuando estás terminando la copa te das cuenta de que te tomarías otra sin pensártelo. Que demonios: ni te lo piensas.
Pero cuando vas a pedir otra notas un empujón brusco. Te giras y ves a un tipo alto y desgarbado, de pelo grasiento, que te lejos de pedir disculpas te aparta de la barra de malas maneras.
—Venga panoli, deja sitio en el abrevadero.
Detrás suyo su pandilla le ríe la gracia.
Notas una extraña furia creciendo en tu pecho. No es para menos. Pero el caso es que te sientes como nunca. La bebida debía tener algún estimulante fuerte porque ahora mismo ves al imbécil que te ha empujado como si fuera un mapa para descargar golpes. Lo tienes a tiro. Solo un par de puñetazos y el idiota acabará en el suelo en un charco de sangre. Sería tan fácil: ni siquiera te presta atención ya, acodado en la barra como está. El camarero, frente a él, no lo mira. Te mira a ti asintiendo con una sonrisa. Como si te diera permiso para hacerlo.