Algo no va bien. Ni contigo ni con la gente que tienes alrededor. Puedes ver que en otro rincón de la pista un tipo con máscara de cocodrilo está golpeando sin piedad a otro individuo que está en el suelo, inconsciente. La gente a su alrededor aúlla del mismo modo que aullaba cuando tú estabas machando a tu oponente. 

¿Dónde está ahora el chaval? Miras alrededor pero no lo ves por ningún lado. Sólo las manchas de sangre del suelo atestiguan lo que acaba de suceder. Te das cuenta de que a tu alrededor todos llevan puestos máscaras de animales. Alguien te pega un empujón. Estás a punto de devolverlo cuando otro empujón te lleva hacia otro lado. Lanzas un puñetazo a ciegas y sientes una cara que se contrae contra tu puño. Alguien te intenta devolver el golpe pero lo esquivas. Durante un momento de confusión forcejeas con la masa de gente que parece querer darte una paliza. ¿Amigos del tipo que tumbaste? No quieres saberlo y son demasiados. Te libras de ellos y sales por un lado de la barra.

Lo logras y te alejas un poco. Miras hacia atrás pero ahora nadie te sigue. Ves a más gente con máscaras bebiendo, bailando. Algunos están follando sin ningún tipo de pudor en unos sillones a un lado de la pista. Esto se está saliendo de madre.