Item Descripción Valor

Las temperaturas bajan mucho más de lo que esperabas. Cuando el dolor de las articulaciones te despierta, estás demasiado débil y hambriento como para buscar un sitio mejor. Intentas levantarte, pero has de dejar todo peso esperando recogerlo al día siguiente con tal de calentarte en otro lugar. 

El dolor, el frío y el hambre te obligan a hacer una pequeña parada. Accidentalmente cierras los ojos y caes en un sueño del que ya no despiertas.