- ¿Algo para picar? - comentas al aire con un carraspeo.

A tu alrededor escuchas el sonido de los cacharros de cocina y el movimiento de alguien acercándose hasta tu posición.

Sientes unas pisadas sobre el suelo de madera de la cabaña cuando se asoma a observarte una anciana. De hecho, se trata de vuestra anfitriona.

- Mmm... - susurra con un gruñido - Nada más despertar y ya estáis pensando en llenar la tripa. Atended ahora asuntos más importantes, pues esos dos de ahí están hablando de algo. Parece que ya se marchan - señala a la hermosa joven y a la otra persona con la que dialoga en medio de la estancia. Hace una pausa para suavizar la mirada - Acercáos a la cocina, coged algo de la olla.

Con un gruñido comprendes súbitamente ahora la situación y te incorporas lentamente sobre el asiento. Poco a poco te acercas a la encimera para servirte algo de comida, mientras observas de reojo a la pareja de humanos al pasar junto a ellos. La joven de larga melena y el hombre que hay frente a ella envuelto en una túnica. Emana poder. Parecen discutir entre ellos sobre algo en voz baja, hasta que finalmente se alejan hacia la puerta de la cabaña.

Recoges un pequeño odre donde viertes el espeso caldo que preparó la abuela, acompañándolo de un generoso pedazo de pan. Observas la escena desde tu posición con cierta indiferencia mientras los dos personajes se marchan.

Satisfecho de no encontrarte ya en el peligroso bosque del exterior, engulles tu ración de comida.