Te incorporas lentamente mientras sientes tus rodillas crujir por el esfuerzo. Notas el cambio de temperatura al pisar el suelo de madera cuando te alejas del calor del hogar, para entonces recomponerte después del sueño, estirando todo el cuerpo.

Después te giras para observar el salón de la cabaña a tu alrededor. Al fondo de la estancia, con un trapo entre las manos, la anciana y propietaria de la cabaña observa desde el mostrador de la cocina la conversación que se desarrolla en medio de la sala. La joven y el hombre envuelto en ropajes ocráceos, quienes han sido tus compañeros de viaje desde hace un tiempo, parecen discutir de algo entre ellos.

Una vez despierto te dispones a revisar el lugar en donde has dejado tus pertenencias junto a la chimenea. Entre tanto, te planteas qué harás una vez hayas tomado una decisión sobre tu próximo destino, ahora que has recobrado por fin de nuevo tu libertad.

Los dos humanos conversan en voz baja, parece como si estuviesen decidiendo algo, mientras tú y la anciana les observáis desde vuestras respectivas posiciones. Finalmente se dirigen hacia la puerta de la cabaña.

Te planteas si es el momento oportuno también para ti de salir de este lugar, si bien el exterior te resulta un entorno completamente inhóspito. De cualquier manera, sabes que no deberías quedarte demasiado tiempo. ¿Se atrevería alguien en semejante compañía?

Observas a los dos personajes mientras se despiden.