Está claro que estás encerrado en algún sitio y hay que saber donde. A tientas, comienzas a gatear lentamente buscando una pared de referencia. Cinco pasos más allá tus dedos han tocado algo, frio, casi liso aunque tus dedos pueden notar algunas hendiduras, como cicatrices mal curadas. Lentamente te levantas mientras arrastras ambas manos por toda la superficie para poder ver a través del tacto, para poder hacerte un mapa mental de lo que tocas, pero no es tan fácil como cabría esperar. Ahora debes decidir...