Debido a la densa contaminación, la persistente niebla situada en lo alto de los edificios hace difícil contemplar el cielo, dificultando de esta manera la entrada de la intensa luz solar. Aun así, la metrópoli rebosa luz a cualquier hora del día, incluso por la noche. La multitud de letreros de neón y los potentes faroles iluminan siempre la ciudad de Tarraco como si de un día radiante se tratara. La metrópoli rebosa vida. Multitud de transeúntes andan a lo suyo, esquivando como pueden al resto. Los coches pitan y hacen largas colas, desesperados, puesto que la densidad de población es muy elevada y se hace notar en la gran urbe. Sin embargo, los más adinerados disponen de sus costosos vehículos voladores y tienen el privilegio de desplazarse por los aires, evitando de esta manera las indeseadas caravanas de la plebe.
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HOJA DE PERSONAJE
Nombre : Neante
Profesión : 0
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