Para todo el resto del mundo, las defensas de HaRT son impenetrables, pero para ti, justo aquí, justo ahora, es vulnerable. Es una máquina fría, la responsable de la caída de la humanidad, pero ahora sería su turno.
Tu arma es certera sobre la amenaza tecnológica, haciendo que pronto sus ordenadores, sus pantallas, se convertían en equipo arruinado e inservibles restos de informática regados por los suelos.
Esperaste unos segundos, y luego unos minutos. Si HaRT todavía tuviera influencia, en este momento estarías siendo emboscada y detenida por un ejército de robots y soldados descorazonados. Por lo que era fácil comprobar lo que pasaba.
Lo habías logrado, por fin te habías deshecho de HaRT.
Era incierto que sería de la humanidad ahora que todo había acabado. Después de todo, HaRT llevaba tiempo llevando su régimen, manteniendo a la gente aprisionada y controlando todo lo que ocurría en el mundo. Quien sabe si es que la gente sabrá que hacer con toda esa libertad, pero al menos serían sus propias decisiones, y sola idea de que ahora podían decidir por ellos mismos ya era razón para tener esperanza ante lo que viniera. El destino estaba en sus manos.
FIN
