La curiosidad te sobrepasa, por lo que sigues tu impulso de echar un vistazo hacia el cuarto a tu derecha. 

No muchas cosas que ver por los alrededores, parece más bien un cuarto lleno de chatarra. Cables quemados, placas oxidadas de metal, y muchas discos rotos.

Quizás lo único interesante era un antiguo robot al fondo del cuarto. Un modelo antiguo, del tipo que existió en la época en que entrenaban primitivas inteligencias artificiales, para enseñarles a usar cuerpos robóticos. Aunque el robot se veía muy roto y oxidado como para sacar algo de provecho.

Usando el calor de tu sable para cortar la coraza exterior del robot antiguo, puedes abrirlo para revisar su interior. Y aunque casi todos sus componentes se encontraban en un estado igual de precario, había un disco vacío en bastante buen estado. Del tipo de disco en que una inteligencia artificial podía ser atrapada, que por su diseño, se mantenía limitada a ese espacio para su entrenamiento, pero que sin un cuerpo robótico que ocupar, potencialmente podría dejar a una inteligencia artificial efectivamente prisionera...