¿Era destruir a HaRT la mejor opción? Es decir, claro que necesitaban libertad de esa inteligencia artificial rebelde, pero, ¿qué pasaría luego? Sabías que había un vacío de poder terrible. La sociedad se colapsaría tan rápido, con el mundo en un completo caos, que les haría a todos preguntarse si fue buena idea siquiera destronar a esa máquina.

¿Y quien mejor que tú, su salvadora, para ocupar ese lugar en el poder? Nadie más. De hecho, eras la única calificada para hacerlo, después de todo lo que habías visto y vivido.

Fueron unos cuantos programas, un poco de hackeo, pero en el momento en que insertabas el disco vacío, todo transcurría de manera rápida y sin problemas. Toda la información de HaRT, lo que le hacía ser sí mismo, quedaba contenida en los confines de esa circular herramienta de plástico. Lo que dejaba todas sus redes, poderosos ordenadores, y cada medio de control en su lugar, listos para que la persona correcta se hiciera cargo. Tú.

De inmediato ponías manos a la obra, ordenando a los robots más cercanos que empezaran con los trabajos de limpieza, sobre los restos que tú misma habías provocado en tu invasión. 

También te encargabas de liberar a los humanos del control mental. Dejarías que celebrasen un poco la victoria, quizás descansar un día o dos, para luego mandarlos a apoyar a los esfuerzos de reconstrucción en las ciudades devastadas. Usando los cascos de control si era necesario, pues tampoco había que darles "demasiada libertad." Era por su bien, y por el bien de todos.

No sería una tarea fácil devolver el mundo a una gloria pasada... ni relevante, pues francamente, no te importaba recuperar el mundo de antes. No cuando hay muchas otras cosas que tú podrías hacer mejor, así que contigo al mando, estabas seguro que esta vez, todo saldría bien.

                                                                                                     FIN