Quizá tus compañeros tengan razón cuando dicen que el riesgo al que os exponéis es demasiado, y que quizá la guardia civil no detenga a Andoni, conocido pescador de la zona. Os escondéis tras los árboles mientras la barca a motor pasa de largo, y levantáis la trampilla del tiempo. Tus compañeros pasan los primeros y tú lo haces en último lugar. Te permites echar un último vistazo y lo que ves es descorazonador. El foco de la patrullera ilumina la barca de Andoni, que se ve obligado a detenerse. Los agentes suben a bordo y distingues cómo encuentran a los exiliados y golpean a Agustín ante su mujer y sus hijos. Te desgarra el corazón intuir qué ocurrirá con ellos ahora, pero ya poco puedes hacer. Cierras la puerta tras de ti, sabiendo que no podrás olvidar en mucho tiempo lo que habéis vivido en este lugar.

FIN

JULIÁN MARTÍNEZ