| Item | Descripción | Valor |
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Subes rápidamente a un árbol, tanto como te permiten los pies cansados, y los lobos se quedan gruñendo y aullando a tus sandalias, que han quedado fuera de su alcance incluso mientras saltan. Por suerte, el único punto por el que podrían llegar a trepar queda bien cubierto con tu gladius. No vas a regalar tu vida, y se lo dejas claro tras herir a uno que lo intenta.
La manada, tras lo que parecen horas, se cansa de esperar a que bajes y se marcha llevándose a su herido.