| Item | Descripción | Valor |
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Seamos realistas: contra esos músculos, poco podemos hacer.
Lanzamos nuestras armas al suelo, levantamos las palmas de las manos, y ofrecimos parte de nuestra caza al enemigo. De esa forma seguro que nos dejarían en paz. ¡Y así fue! Con el paso de las lunas tomamos por costumbre pagar con nuestra comida a esos seres deformes, y ellos se mantenían alejados de nosotros.
Cuando llegaron las heladas, no hubo comida ni nada que pagar. Aún así, los monstruos llegaron a un pacto por el que nos dejaron vivos siempre que permitiéramos nuestra esterilización selectiva. ¿Qué podría salir mal? Al haber recibido comida de forma extraordinaria durante generaciones, habían perfeccionado su técnica en animales, y resultó prácticamente indolora.