Item Descripción Valor

Tocas la esfera.

Al tocarla, te das cuenta. ¿De qué? No lo tienes muy claro, porque es la primera vez en tu corta vida que te das cuenta de esto. Entiendes tu lugar en la naturaleza. Que eres un ser humano, que estás ahí y que tienes algo de diferente al resto de seres que habitan el mundo. Debes estar ahí por obra de algún ser superior, igual que tú eres superior a los animales… ¿Verdad? ¿verdad? Y ¿cómo se originan las tormentas? ¿Qué hacen el sol y la luna ahí arriba sin caerse? ¿por qué nos morimos? Es más, siendo de la naturaleza que somos, ¿Cómo es posible que desaparezcamos sin más? Parece improbable, seguramente vayamos a alguna parte…

Estas y muchas otras preguntas acuden a tu mente. Y precisamente el hecho de que aparezcan aumenta tu autoconcepto. ¿Los demás también piensan en esto? ¿Son como yo, o son diferentes a mí? En cualquier caso, el hecho de tener una mayor autoestima de repente, te hace ser capaz de hacer más cosas. Ahora que los demás te miran con cara de bobos, sabes que deben seguirte a ti. Deben tocar la bola, así seréis vosotros y vuestros descendientes los que pueblen el mundo. De lo contrario permaneceréis ahí, mirando todas las mañanas por si algo ha cambiado. Y no cambiará nada. Nunca.

Una vez que los primeros tocaron la bola, todos los demás lo hicieron. Al fin y al cabo no podía ser de otro modo, no eran más que animales humanos, y ahora eran personas.

Esas personas comenzaron a expandirse a lo largo de los cuatro puntos cardinales. Probablemente porque se dieron cuenta de que un chamán o un jefe no sería suficiente mientras todos quisieran serlo, así que comenzaron a crecer en número e independizarse en aldeas más pequeñas.

Pronto se dieron cuenta de que las estrellas seguían patrones. Una de ellas permanecía en un punto fijo, y si la seguías, hacía más frío.

Después de que vuestros antepasados tocaran la gran roca, comprendieron que debían emigrar, ya que no sería posible la coexistencia de muchos líderes naturales. En concreto, vuestras almas emigraron al norte, y allí es donde os encontráis en la actualidad.