Nada más salir al patio miras hacia Morris y le haces un asentimiento con la cabeza, él viene para ti mientras se remanga. Un choque fortuito, un par de insultos y os enzarzáis en una pelea ficticia, el cabrón es duro, te da un puñetazo que casi te deja noqueado y le devuelves una patada que le saca el aire de los pulmones. Si esto sigue así acabará en una pelea de verdad.

Andrew viene a separarlos, tal como estaba planeado y se enzarza con vosotros. Ahora sólo tiene que venir el guardia acordado que os llevará a máxima seguridad y por el camino escapareis.

Pero qué pena de vosotros. Llega otro guardia, un armario gigante austriaco y para la pelea con un par de órdenes potentes. Todos se quedan petrificados.

-Una semana incomunicados calmará esos ánimos- os comunica- en esta cárcel no se admiten las peleas, no como otras que hasta hacen combates en los pisos inferiores ¿Queréis un traslado?- pregunta riéndose.

El plan era “golpear” al guardia comprado cuando estuvieran en la zona común del módulo de castigo. No sabes si seguir el plan y noquear al guardia o esperar a entrar al segundo pasillo y esperar un milagro para escapar por la escalera.

Tú eres el que vas justo al lado del guardia, te toca a ti decidir.