Aquello empezaba a tomar forma. Introdujo unos cuantos ingredientes secundarios para darle un poco de color, matices de sabor. Los mejores venenos otorgan el beso de la muerte con un toque de placer inicial.
Seguía rumiando por la injusticia en el mundo. ¡El alquimista mejor dotado exiliado como un vulgar traidor! Así pagaban sus desvelos por dotar de la inmortalidad al monarca. Pero ¿acaso no era la muerte una forma de inmortalidad? ¡Enfrentarse a la Parca y ganarla en el recuerdo!
Sólo quedaba un último toque para completar la fórmula: el que otorgaría la llave hacia el Otro Lado.
