Te incorporas con dificultad porque te duele al respirar. Es posible que tengas alguna costilla rota.

Marienne está junto a la puerta, forcejeando sin lograr abrirla.

- ¡Nos han encerrado!

- Es normal.- dices mientras te llevas la mano al costado - En un caso así querrán minimizar la posibilidad de fugas.

- Oh, pues tenemos un problema.

Miras a tu alrededor. Hay poca luz, la suficiente para verlo todo con tonos rojizos parpadeantes. Y algo de humo. Pero no el suficiente como para indicar un incendio. De hecho el humo viene de los terminales del fondo que han estallado.

- ¡Sacadnos de aquí! - grita Marianne golpeando la puerta.

- Tenemos un problema.- repite Connor.