Decides seguir una ruta comercial habitual para no levantar sospechas, cumpliendo los protocolos mientras sigues el vector de entrada que te asignan. Otras naves de transporte, tanto de mercancía como de pasajeros, navegan a tu alrededor obedeciendo las indicaciones del control planetario.

Tienes suerte ya que por algún motivo parecen estar más interesados en naves con pasaje que en pequeños cargueros así que la patrullera de tu área realiza un simple  escaner rutinario, comprueba el manifiesto de carga y tras ver que no hay más pasajeros te deja pasar sin siquiera abordarte.

Tu nave cuenta con dinámica atmosférica así que te diriges directamente hacia el astropuerto de la capital para realizar al entrega. 

Atracas en uno de los puertos temporales ya que tu intención es abandonar el sistema en cuanto cierres la transacción, pero antes de bajar de la nave te planteas como de complicada puede ser esta entrega. Tras pensártelo unos momentos y sabiendo que en Signus es legal decides llevarte contigo tu pistola.

Has estado otras veces en la cafetería del astropuerto de Signus, aunque quizás el término cafetería se quede un poco corto. En realidad es un enorme local de ocio donde puedes encontrar de todo: desde terminales de Realidad Virtual Estimulada hasta menús exóticos.

El lugar cuenta con varias plantas, bien decorado y luminoso, como corresponde a la capital de un sistema comercialmente rico. Curiosamente eso lo convierte en el sitio ideal para encuentros clandestinos, ya que su estructura permite ver desde lejos si se aproximan problemas.

Según las indicaciones de McLeod tu contacto te debería esperar en la segunda planta, mesa 2/023, así que subes las escaleras.

La encuentras en una esquina, y en ella sentado el que parece ser tu contacto: un tipo alto, de constitución fuerte, rapado al cero con un tatuaje en un lateral de su cabeza mostrando un código QR. Los conectores visibles en su cuello confirman que es un aumentado, alguien cibernéticamente mejorado.

Cuando te sientas frente a él se lleva un dedo a la sien y el ojo derecho se vuelve blanco por un instante.

— Identidad confirmada. Deja la tarjeta de datos en la mesa y concluimos la transacción.— dice sin más preámbulos — Cuanto antes nos despidamos mejor para ambos ¿no?

Efectivamente el trato era entregar los datos y en ese momento se cargarían los créditos en tu cuenta. Llevas tu terminal en el crono para recibir el mensaje de 'ok' en cuanto todo finalice y, por lo que parece , tu enlace tiene prisa por terminar cuanto antes.