Finalmente acordáis intentarlo por la noche, después de la cena y antes de entrar en las celdas, siendo rápidos os podréis escabullir y tendréis toda la noche para escaparos. Habrá que ser muy silencioso pero es mucho mejor que en pleno día.

Resulta que mientras últimas planes fanteseando con dinero en el calor de la celda, os fumáis los últimos “cigarrillos de la risa” que te quedan, sería un desperdicio dejarlos allí para que otros los disfrutaran. Os fumáis los justos para quedaros a gusto, tienes visiones raras de fugas de cárceles, te imaginas como un niño corriendo con un avión de juguete en medio de tiendas y barracones al aire libre, cerca de un aeródromo.

La visión parece que te iba a decir algo importante, pero no has podido captarlo, necesitas meterte más en el subconsciente. Con un cigarrillo de hierbas más y serás capaz de lograrlo, estás seguro, sólo esperas que no te de un mal viaje.