Van ocultándose de coche a coche en el parking, será muy fácil superar la barrera de seguridad dentro del autobús. Os metéis a toda prisa y vais al final del autobús. Es de pasillo ancho y de sillones grandes.

Empiezan a entrar reclusos y a sentarse por todo el autobús.

Empiezan a preocuparse porque temen que vayan a ir a otra prisión. Hay malas bestias o por lo menos tienen muy mala pinta. Se sienta al lado un tipo de pelo largo, le preguntas a donde va este autobús y te dice que él va de vuelta a casa.

Respiras aliviado. Levantas el pulgar en dirección a tu compañero para confirmarle que todo va bien.

El vehículo arranca y vas hablando con tu compañero, queda una hora para llegar al aeropuerto, parece buena gente este tal Cameron Poe.