Has decidido que sería una buena idea enfrentarte directamente con el narrador, ya que no estás conforme con su forma de llevar la historia.
¡De repente! ¡Te das cuenta de que no puedes hacer nada! Estás atrapado sin poder ir en ninguna dirección ni a ningún lugar.
Pero tienes una moneda mágica cerca, y sabes que lanzándola al aire y acertando cómo caerá ¡podrías escapar!
Lanzas la moneda al aire, que gira lanzando destellos, mientras gritas...