Vuelves a casa y te pones a limpiar.
Levantas una silla. La colocas en su lugar.
Arreglas la pata de una mesa. La levantas y la colocas en su lugar.
Limpias esto. Recoges eso. Ordenas aquello.
Esta es la aventura que has elegido.
¡¡De repente...!!
¡Encuentras algo que hacía años que no veías! Es un viejo libro que te encantaba de pequeño. Uno de esos de elegir tu propia aventura.
"Eres un caballero caminando por un claro, tras varios días de batalla y aún con tu brillante armadura puesta, y sorprendes a un leprechaun en el camino.
¿Serás lo suficientemente astuto para engañar al leprechaun y quitarle su oro?"
¡Vaya! Parece interesante. La limpieza podría esperar, quizá distraerte te venga bien.
Al final resulta que, aun habiendo perdido el oro...
...Sí que has acabado el día encontrando un gran tesoro.
Fin