- El truco - me decía mi amigo - son los gritos. ¿Te das cuenta cuando en las peleas de gallos todo el mundo grita? Bien, pues si te fijas en los entrenadores te darás cuenta de que le gritan órdenes a los gallos. ¡Y cada orden es una estrategia!

- ¿De dónde sacaste a esta criatura infernal? - dije ignorando las lecciones de combate - ¿Del foso de los Kurgan?

- Es una historia muy complicada. Otro día te la cuento. Ahora vamos a probar unas frases ¿vale? Le damos órdenes y observamos como reacciona.

- ¿Le has llamado Pepe? ¿Pollo Pepe?

- Sí, me encantaba el libro.

Aquel cabrón acababa de destrozarme la infancia.

Pero soltamos al pollo - lejos de nuestras caras - y nos preparamos para ver que pasaba.

- ¡Dale una orden! - gritó emocionado mi colega.

El pollo había quedado agotado. De estar enfrentándose a un oponente estaría perdido, a merced de los picotazos enemigos.