Partida Rol por web

En este lugar se puede hablar de lo que os apetezca.

Tras la sutil indirecta de Liry, he abierto la galería para que pongáis aquí los dibujos, videos y fanfics de vuestros personajes. Todos sabéis que me encantan esas cosas ^_^

Pasadlo bien ;)

Aquí iremos poniendo las reglas caseras de la partida, porque el sistema de baerrant  es algo definiente.

LAst Hope of Humanity será una partida paródica de superhéores y supervillanos (si, ya sé que la mayoría preferís los supervillanos, los neutrales o los buenos psicos XD).

El sistema de la partida será el del aberrant con algunas modificaciones porque ante la ausencia de un sistema decente, al menos usaré uno parecido al que ya conocéis.

Podéis bajar el manual básico en la siguiente dirección:

http://search.4shared.com/q/1/aberrant

En cualquier caso actualizaré el sistema de creación de PJ's aquí e iré poniendo alguna información sobre la partida.

Lilith acarició la cascara seca y vacía que había sido un chico joven y sano, por hoy se sentía saciada. La chaqueta del instituto aún estaba sobre el sillón. Pensó en tirarla, junto con el resto de sus cosas, pero luego cambió de idea, Angie la querría como recuerdo de su cita para la graduación.

Cogió la chaqueta y fue hacia su habitación, se la escuchaba reír desde el otro lado de la puerta. Cuando entró en el cuarto la encontró sentada en el sillón junto a su robot y viendo un programa de la tele. Un tipo se había subido a una mecedora a la que había atado unos globos de helio y llevaba una escopeta. Cuando los disparó se estrelló contra el suelo. Angie volvió a irrumpir en carcajadas.

-          Julio te dejó su chaqueta – le dijo mientras se la enseñaba. Angie le dio a la pausa del mando y miró a su madre con cara de no comprender.

-          ¿quién?

-          Tu pareja de la graduación – aclaró la madre

-          Ah, vale, déjala por ahí.

Ese era el motivo de que LiLith hubiera consumido a Julio, como los otros, este tampoco había conseguido captar la atención de su hija por más de unos minutos. Se encogió de hombros, tampoco era como si importase.

-          Llama a tu hermano, tengo algo que deciros – le ordenó mientras tomaba asiento en el reposabrazos del sillón y dejaba la chaqueta de Julio sobre el respaldo.

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Viena

La cama parecía un altar, con flores sobre las sábanas de seda que alcanzaban hasta el suelo. El cuerpo de Carmen estaba colocado sobre ella con los brazos cruzados sobre el pecho y expresión de paz. Su pecho subía y bajaba, pero no despertaría nunca. Klauss Von Trapp tocaba el Órgano junto a la cama y las notas ascendían envolviendo la sala. Por supuesto, en el exterior la lluvia golpeaba las ventanas con fuerza, con una cortina incansable de agua.

Se detuvo apenas un instante para llamar a sus hijos. Su voz retumbó por los pasillos de  la Mansión junto al edificio de la opera. Nadie respondió. Finalmente Klauss llamó a su esposa Lucía.

-          Querida, llama a los niños – su voz se suavizó lo justo ante la presencia del holograma y fuera la lluvia aflojó un poco hasta volverse como lágrimas suaves. El Conde devolvió su atención al órgano mientras esperaba.

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Paris

Lizzy se miró en el espejo entornando los párpados. La sombra de ojos tenía varias capas con sutiles variaciones de gama en rosa. Giró su rostro a un lado y a otro antes de realizar un pequeño gesto de asentimiento satisfecho y coger el lápiz de labios, también rosa claro. El color quedaba bien con su traje azul claro con arreglos blancos en forma de delicados copos de nieve. El pelo rubio le caía en tirabuzones sobre los hombros y unos diminutos pendientes de diamante brillaron cuando agitó su melena.

La sonrisa se congeló en sus labios cuando vio aparecer a su hermana. Carecía completamente de gusto e insistía en vestirse como una fetichista del cuero. Hortera. Por suerte se libraría de ella pronto. Volvió a sonreír.

-          ¿Has hecho ya las maletas bicho raro?

Ultracop siempre estaba vigilante porque el mal nunca duerme. La bandera de los EEUU ondeaba delante de la academia de policía de Dallas, Texas.
 Dentro, la mayoría de reclutas descansaba tras un duro día de entrenamientos, pero él no, porque no podía descansar hasta que supiera que todo estaba tranquilo.
 Desde el tejado de la academia miró hacia la estatua de la justicia, una visión inspiradora para todos aquellos que creían en la ley y el orden...

Las cartas de respuesta a las solicitudes de universidad aún estaban sobre su mesa. Aunque le habían aceptado en varias, sólo tenía una beca completa para la de Texas y parecía que la beca era de algo llamado "la Academia".
 El programa de estudios no era malo, aunque no era Hardvard. Había algo raro en todo eso, unos meses antes, las otras universidades parecían interesadas, luego poco a poco fueron retirando las ofertas.
 Por supuesto, su padre había insistido en que fuera a la universidad de Texas, porque la tienda de antiguedades tampoco iba tan bien.